James Byrne perdió accidentalmente el pulgar de la mano izquierda en un aserradero. Los médicos hicieron todo lo posible por salvar su dedo, pero todo fue en vano.
Con la ausencia del pulgar de la mano, para James sería bastante difícil volver a trabajar, por lo que autorizó a que le realizaran otra operación, que consiste en sustituir el dedo perdido por el dedo gordo del pie.
Quedó un poco raro, pero funciona!
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